La Gran Estafa del Ayuntamiento del Municipio de Cotuí.

Por Tereso Arias.

Con la instalación de la nueva administración municipal en Cotuí, se le dió continuidad al desorden institucional ya existente desde la gestión pasada del alcalde saliente del PRD Bienvenido Lázala (Ñeñe). Cientos de millones de pesos malversados en administraciones plagadas de violaciones constitucionales y municipales.

Si los ayuntamientos del país se manejaran con transparencia y con visión de Estado, apegados a servir como órganos de desarrollo local, la realidad existente en nuestros pueblos fuera otra. Analicemos lo que ocurre en Cotuí en la administración de Rafael Molina:

En agosto del presente año se cumplirán 3 años de la actual administración encabezada por Rafael Molina y Plinio Méndez. Cada mes entran 8 millones de pesos con unos miles más, monto entregado por Tesorería (Estado) al ayuntamiento municipal. Durante 3 años serían 36 meses, que multiplicados por 8, equivalen a 288 millones de pesos en los tres años de gestión de Rafael. Si de 288 millones usted destinara el 40% para obras como dice la Ley, entonces tendríamos 115 millones de pesos destinados solo para obras municipales, pero si a esos 115 millones de pesos estipulados para obras se le suman 74 millones de pesos entregados por la empresa Barrick, entonces se tendría la suma de 189 millones de pesos, solo destinados para obras comunitarias. ¡Una suma de dinero elevada para obras sociales, en un municipio pequeño como Cotuí!

Cotuí tendría un matadero municipal moderno; un cementerio en óptimas condiciones; un mercado público nuevo en condiciones de higiene y calidad; aceras y contenes en todos los barrios; calles bien asfaltadas; una moderna planta de tratamiento de aguas residuales; una biblioteca virtual; y otras tantas obras de suma necesidad para el municipio.

La pregunta que la ciudadanía se hace es la siguiente: ¿Dónde están invertidos esos millones? ¿Por qué nuestro ayuntamiento tiene deudas por más de 60 millones de pesos? ¿Por qué el ayuntamiento hasta el momento no ha inagunarado ni una letrina de yagua? ¿Dónde está ese dinero? ¿Que ha impedido el cumplimiento de las promesas de la campaña del sindico Rafael Molina? ¿Por qué el ayuntamiento municipal de Cotuí no puede realizar una eficiente recogida de basura? ¿Por qué coño, entonces, nos empeñamos en prolongar más esta pesadilla contra el pueblo? ¿Hasta cuando el pueblo soportará las mentiras, el chantaje y violaciones de parte de este grupo de avivatos que no les duelen las desgracias del pueblo?

Terminamos este análisis parafraseando al periodista ORLANDO MARTINEZ, asesinado precisamente por el jefe político del actual síndico, el Doctor Joaquín BALAGUER, quien dijo lo siguiente: Por qué usted no se queda a vivir de forma definitiva en Lomas Lindas y renuncia a la sindicatura de Cotuí. Si usted lo hace, Dios revisaría el juicio que ha iniciado en su contra y los que actúan como usted.